RECUERDOS IMBORRABLES DE DESCONOCIDOS
David Eloy Rodríguez
En la corteza de todos los árboles del bosque hay inscripciones de criaturas
que se amaban. Firmas de fiebre. Pruebas irrefutables.
Aunque ya hace tiempo que talaron el bosque, los antiguos amantes cuyos
nombres se enlazaron todavía vagan a veces por el solar en busca de aquellos corazones de su dibujo.
Desconcertados, sonámbulos, como los pájaros nocturnos en el día, persiguen y
rondan los signos, los rozan con sus dedos.
No olvidan, pues desconfían del tiempo y sus señales, y creen en la eternidad
(Del libro Para pensar una ciudad, Junta de Andalucía, Sevilla, 2010)